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BLOG DE ACANAMED
PRONUNCIAMIENTO DE LA ACADEMIA NACIONAL DE MEDICINA DE COSTA RICA
SITUACIÓN DE LA ENSEÑANZA MÉDICA EN LA PANDEMIA DE COVID-19
Introducción
Al igual que otras muchas actividades que el ser humano realizaba en su diario acontecer, la enseñanza de la medicina en sus diferentes niveles se ha visto comprometida por la pandemia COVID-19. Los cursos que imparten las escuelas de medicina en todos los niveles, requieren de componentes presenciales. Las prácticas de laboratorio y las rotaciones clínicas necesitan de la presencia del estudiante, del docente y del paciente.
La pandemia COVID-19 obligó a la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) a declarar emergencia institucional hace más de un año. Una de las decisiones que sus autoridades tomaron, para gestionar la emergencia, fue la suspensión de los campos clínicos que permitían la rotación de los estudiantes de medicina de diferentes niveles en las unidades de atención a pacientes de la institución. Otras medidas orientadas a la atención de la emergencia comprometieron los programas de posgrado para la formación de especialistas, al no poder cumplir el programa académico y al requerirse la reorientación de sus recursos médicos a las áreas para la atención de la los pacientes con COVID-19. Los miembros de la Academia Nacional de Medicina (ACANAMED) consideran pertinente y necesario que se abra un espacio de reflexión y discusión del tema y proponemos en este documento, algunos de los elementos que se deben considerar.
La presencia de estudiantes de medicina en las áreas clínicas de la CCSS
La mayoría de los portadores asintomáticos del SARS-CoV-2 con capacidad de transmitir la enfermedad son menores de 30 años; la mayoría de estudiantes pertenecen a este grupo; sin embargo, no se ha demostrado una mayor tasa de contagios en ellos ni que su presencia en las áreas hospitalarias aumente el riesgo de amplificar la transmisión de la enfermedad. Desde luego, es imprescindible diseñar la presencia de estudiantes, cumpliendo las medidas de prevención (cubrebocas, distanciamiento) y prevenir la aglomeración dentro de los servicios hospitalarios con mayor riesgo de contaminación, tanto para los estudiantes como para el personal médico, paramédico y para los pacientes; en especial, para quienes tienen más probabilidad de complicaciones derivadas de la enfermedad, debido a sus factores de riesgo.
La CCSS debe considerar el reinicio progresivo de las actividades docentes. En primer lugar, con los internos, quienes conforman parte esencial del engranaje de la atención hospitalaria; es un recurso humano perdido por la CCSS y tiempo perdido para los estudiantes; se puede iniciar con media jornada de 6 u 8 horas e ir evaluando una mayor reinserción. Deberá considerar, tal como se ha indicado, la capacidad para recibir un número de internos en las diversas instalaciones que tienen capacidad docente (profesores, aulas, sedes docentes previamente establecidas) dándole especial atención a la consulta externa en el medio domiciliario, comunitario y hospitalario, exceptuando las áreas de mayor riesgo. Para completar el número de horas previamente estipulado que certifique su debido entrenamiento, se deberán organizar rotaciones por grupos, a lo largo de la jornada laboral (y no todos a la vez, como sucedía previamente); esto puede significar la contratación de más personal docente. Según se vaya observando la seguridad de estas medidas, se deberá considerar la reincorporación de estudiantes de grado bajo criterios similares.
La CCSS debe considerar el restablecimiento del tipo y número de procedimientos médicos y quirúrgicos habituales en forma gradual y paulatina, apegados a los protocolos establecidos e ir incluyendo a los estudiantes para que puedan realizar una práctica de buena calidad, bajo la debida supervisión. El reingreso progresivo se deberá llevar a cabo a medida que disminuya la tasa de contagios y que avance la vacunación. Los estudiantes tendrán la obligación de cumplir los protocolos de protección, llevar su propia indumentaria de protección, pagar una póliza de seguro para su atención médica si lo requieren, eventualmente y firmar a nombre personal y de su universidad, una exoneración para la institución. Deberán recibir actualización permanente acerca de los protocolos de protección y actualización de las características de la pandemia COVID-19 como método de inducción
El reinicio de los programas de formación de especialistas
Los médicos estudiantes de programas de especialización de la Universidad de Costa Rica (médicos residentes, MR) tienen una condición dual, ya que son alumnos universitarios de postgrado y tienen una relación contractual laboral con la CCSS. Dado que todos los programas fueron suspendidos, más de la mitad de los MR pasaron a laborar para la CCSS para la atención de los pacientes con COVID-19. La CCSS y los directores de los diferentes programas de postgrado acordaron reiniciar los cursos, bajo la condición que los MR cubran, en roles semanales, las “áreas COVID”. Esta estrategia implica readecuar los programas y realización de procedimientos para compensar la suspensión de sus actividades, así como el ya mencionado restablecimiento del tipo y número de procedimientos médicos y quirúrgicos habituales. Los MR de nuevo ingreso aceptados para el 2021 deberán también iniciar sus programas en las diferentes especialidades lo antes posible, considerando que sus programas pueden prolongarse, según como evolucione la situación sanitaria.
Como consecuencia de la pandemia de COVID-19, la pérdida de la continuidad académica para todos los niveles de la educación médica es muy grave; las autoridades de la CCSS deben considerar cuanto antes, restablecer el proceso docente; puede generarse un déficit de profesionales calificados de grandes proporciones, cuyas consecuencias pueden ser de gran impacto en la atención de la salud de todos los costarricenses; en algunas áreas, su número todavía es insuficiente con respecto a las necesidades del país; y se han pensionado cerca de 600 médicos en los últimos años, lo cual puede agravar más la situación; se ha vuelto a hablar de contratar médicos extranjeros, lo cual, también es controversial, por la ausencia de datos que sustenten esta propuesta. Otras instituciones como las Escuelas de Medicina y el Colegio de Médicos y Cirujanos pueden hacer aportes a la CCSS, que lleva a cuestas la solución de muchos problemas que ha generado la pandemia.