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BLOG DE ACANAMED
Visión de la Academia Nacional de Medicina sobre el Internado Rotatorio en Medicina
El internado rotatorio de los estudiantes de Medicina, constituye su último año de carrera y es espacio fundamental para consolidar su aprendizaje. Es por tanto fundamental que el interno de Medicina reciba un entrenamiento integral para que adquiera las competencias, destrezas y habilidades que los preparen para ejercer la medicina en forma eficiente, segura y ética. Esto redundará en una mejor capacidad de identificación y resolución de los problemas básicos de salud, mayor satisfacción de los pacientes y una menor carga de referencias a los médicos especialistas. Ante los problemas que existen actualmente con los internos de Medicina, y que se vieron aumentados por la pandemia por COVID 19, la Academia Nacional de Medicina insta a un cambio de visión en la formación de este grupo de estudiantes, el cual es fundamental que sea analizado entre las universidades y los lugares donde realizan sus prácticas, especialmente la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS). La ACANAMED considera conveniente que se cree un programa único de internado para todas las universidades que ofrecen la carrera de medicina, con objetivos y metas claras, prestablecidas, a cumplirse en cada rotación donde quiera que se realice la misma. Este programa debería considerar entre otros:
1. El interno de Medicina debería ser un participante activo del servicio asistencial de un hospital (no un mero observador a cargo de un único tutor), a quien se le asignan labores específicas, según las metas prestablecidas de cada rotación, bajo la asesoría de médicos generales, médicos residentes y la supervisión de los médicos asistentes del servicio. Cada estudiante de último año debería llevar una bitácora donde registre el número de procedimientos prácticos que realice (historias clínicas, toma de muestras, asistencia en sala de operaciones, horas de rotación en servicios de urgencias, etc.). Esta demás mencionar que nunca debe asignársele al interno labores que no les corresponden, que estén fuera de su capacidad o que no puedan ser supervisadas adecuadamente.
2. El interno debería integrarse a las actividades académicas del servicio donde está rotando (no sólo a las de una determinada universidad) tales como revisiones bibliográficas, actualización de procedimientos, sesiones de casos, etc., las cuales conforman una parte fundamental del proceso docente.
3. Como en todo hospital universitario, el cuerpo docente lo conforman todos los médicos del servicio y su labor fundamental es la de supervisar y apoyar el aprendizaje de los estudiantes de último año así como los de posgrado. Esta función debería ser independientemente de si recibe remuneración o no de una determinada universidad, ya que labora en una institución que aceptó recibir a estos estudiantes para su formación. El interno universitario debería contar con un tutor específico, asignado por la universidad de formación del mismo, quien sería el responsable de las evaluaciones pertinentes, dar seguimiento a la bitácora y la calificación final de la rotación, a ser notificadas a su respectiva universidad.
4. La atomización de los grupos de internos, según la universidad de donde proceden, es muy perjudicial para la formación médica del interno y para los intereses de la CCSS y de cualquier otra entidad que los reciba para su formación. Se deben establecer criterios claros de selección basados en capacidad y conocimiento, para poder autorizar su rotación por centros médicos previamente habilitados y apegarse al Reglamento de Internado del CENDEISSS. A las universidades les corresponde velar por la calidad académica de sus alumnos y de sus tutores, cuyas tareas están bien delimitadas y someterse a los lineamientos de trabajo asistencial de los servicios tanto médicos como quirúrgicos de la CCSS.
5. En lo "administrativo" el interno debe seguir los reglamentos y normas de cada servicio y hospital donde esté rotando, cumpliendo con todas las actividades que sean propias de un médico interno.
6. Consideramos que es fundamental que exista una política laboral y académica clara con estos estudiantes de último año, acorde con sus objetivos de formación. El interno universitario no debe flotar en la marea hospitalaria (ni en lo administrativo ni docente) sin saber cuáles son claramente sus derechos y deberes.